Desde su llegada a Nervión, Míchel siempre se ha mostrado comprensivo con la política llevada a cabo por el Sevilla en lo que a la venta de sus mejores activos se refiere.
Es más, ha mostrado su admiración por la forma en que el club ha mantenido su ambición y su espíritu ganador incluso habiéndose desprendido de sus hombres más valiosos.
"Si Del Nido me dice que no venderá a Negredo, no me lo creo. Este club en los últimos años se ha caracterizado por vender a jugadores como Reyes, Sergio Ramos, Adriano, Dani Alves, Baptista, etc. Si llega una buena oferta... el club tendría respuesta para reforzarse. De lo contrario, el objetivo no sería creíble. Este club ha vendido cada año, se ha reseteado y ha vuelto a ser campeón. Ese alma tan grande no se puede abandonar", dijo el técnico madrileño en mayo.
El presidente, José María del Nido, ha manifestado con rotundidad que la entidad —que en en la próxima junta de accionistas presentará un balance de pérdidas— está obligada a vender, e incluso no descarta que sea en enero. Pero ahora Míchel está dentro y, como es lógico, teme perder a sus futbolistas más importantes.
Por ello, tiene el convencimiento de que, desde su posición, puede contribuir a que el Sevilla no se vea en esta desagradable tesitura. Es decir, que espera que el equipo consiga su objetivo y evitar de esta forma la salida de jugadores como Álvaro Negredo, Jesús Navas o Gary Medel, tres de los jugadores más queridos y cotizados.
"Me preocupa hacer una buena temporada y que los ingresos obtenidos nos permitan mantener a nuestros mejores jugadores. Que a través de nuestro trabajo haya recursos para que el presidente no tenga que vender a ninguna de las figuras de la plantilla", dijo este viernes en la sala de prensa. Luego, como es característico en él, bromeó: "Es más, pienso incluso que va a seguir el entrenador".
Fuente: Eldesmarque
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